Amelia Feliciano

Caguas, Puerto Rico
Traductora e intérprete
Traductora diplomática (Departamento de Estado de los EE. UU.), gestora de proyectos de traducción (Departamento de Estato de EE. UU., y en el sector privado), traductora e intérprete (consecutiva y simultánea) independiente
M.A. en Traducción e Interpretación, Middlebury Institute of International Studies (2010)
B.A. Comunicación Audiovisual, Escuela de Comunicación, UPR Recinto de Río Piedras (2007)
Segunda concentración de B.A.: Lenguas Modernas (francés e italiano), UPR Recinto de Río Piedras (2007)
Francés, italiano, alemán y latín (en Lenguas Modernas, UPR-RP ); hindi
amelia.feliciano@gmail.com
https://www.linkedin.com/in/ameliafeliciano/
¿Por qué estudiaste lenguas extranjeras? Siempre me  llamó la atención aprender sobre otras culturas y países. En mi opinión, conectar con otras culturas  —al nivel que te permite hacerlo el conocimiento de una lengua— amplia la mente, permite conectar con otres y ayuda a entendernos mejor. Ahora bien, dejando lo filosófico de lado, resulta que había estudiado francés en la escuela superior y no se me daba mal el asunto. Entonces, cuando iba para el tercer año de mi bachillerato en comunicaciones, decidí que quería ampliar horizontes y aprender francés en serio en la UPR-RP. También pensé que añadir una segunda concentración en lenguas modernas me ayudaría en lo profesional y académico. Al final pues me enamoré de los idiomas… Y como el vicio por otros idiomas y culturas no se acabó solo con el francés, estudié un año de latín y alemán mientras completaba los cursos de nivel avanzado de francés e italiano. Ya viviendo en Washington, D.C. y años después de graduarme, decidí estudiar hindi fuera del ámbito académico.
¿Cómo te adaptaste al mercado laboral? Fue útil —en mi caso, necesario— mantener un equilibrio entre estar abierta a nuevas oportunidades y seguir clara en lo que me interesaba lograr y explorar. Estar «abierta a nuevas oportunidades» supuso hacer cosas que no me planteaba cuando estaba en la UPR: trabajar por años como gestora de proyectos, obtener dominio de varias tecnologías de informática, mudarme a distintas ciudades de los EE. UU. por años y estar dispuesta a viajar por periodos largos de tiempo con grupos de personas que necesitaban a una intérprete. Cuando digo «seguir clara en lo que me interesaba lograr» me refiero a que sí mantuve el vínculo con mi amor por el lenguaje y mi deseo de trabajar con él. Cuando estudiaba en la UPR-RP, no imaginaba tomar tantos desvíos en lo profesional, pero graduarse  al inicio de un periodo de crisis económicas y cambios tecnológicos enormes exigió esa flexibilidad. Todavía queda mucho que quisiera aprender, hacer y explorar, pero me alegra poder integrar todo lo adquirido a lo largo del camino laboral con mis estudios en lenguas modernas.
¿Cómo utilizas las lenguas aprendidas en tu trabajo o diario vivir? Trabajo principalmente con inglés y español en mi puesto de traductora diplomática, pero utilicé el francés cuando trabajaba como gestora de proyectos de traducción (me ayudaba a manejar proyectos en esa lengua  y llevar a cabo proofreading y control de calidad), como traductora freelancer del francés al español y en la capacidad de intérprete. Antes de empezar a trabajar como intérprete y traductora, utilicé el francés sobre todo trabajando en la industria turística en Puerto Rico. El latín lo estudié por amor al arte, pero aparte de ser útil desde un punto de vista cultural, es de gran ayuda en la traducción de textos legales que integran fraseología en latín. En mi diario vivir, mantengo vivos el francés e italiano (y sigo aprendiendo hindi) escuchando podcasts, leyendo en esos idiomas y viendo programas de televisión en ellos. Aparte de ser útil al viajar, hablar varios idiomas —aunque no los domine todos a la perfección— me ha permitido hacer vínculos profesionales y amistades en varias partes del mundo, y tener también una mejor perspectiva sobre la comunicación intercultural.

Julio 2021