“Aquí, en la universidad, nos sentimos seres humanos”
Por Mario Alegre Barrios
Fotos: Héctor A. Suárez de Jesús
Oficina de Comunicaciones
Recinto de Río Piedras-UPR
DESPUÉS DE TRES lustros de estar preso por un delito mayor del que —pese a sus alegatos de inocencia— fue encontrado culpable, Raúl Reyes Chalas —el hijo de Fanny, “parido en Santo Domingo, República Dominicana el 30 de mayo de 1978 y cuyo interés es la filosofía y ser maestro algún día”— asevera que ya es tiempo de que, como sociedad, nos preguntemos “si en verdad la cárcel resuelve algo… si en verdad necesitamos más cárceles que escuelas”.
“Un estudiante en el sistema de educación pública del país cuesta $5 mil o $6 mil al año; tenerme preso a mí cuesta al año $63 mil, más de medio millón en quince años”, explicó, “Y ustedes, ¿se sienten más seguros en este momento porque yo estoy en prisión? Mis compañeros reclusos y yo nos estamos educando para tener la oportunidad de devolver al país algo de lo que nos acusan”.
Reyes Chala formuló estas palabras durante la conferencia de prensa sostenida esta semana en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y en la que se anunció que trece estudiantes confinados —tras mujeres y diez hombres que recibieron su bachillerato en el Programa de Estudios Generales en mayo 2022 y 2023— comenzarían a estudiar de manera presencial en el campus el curso “Modalidades en la gestión cultural” —a cargo del Dr. Pedro Reina Pérez.
Los participantes del programa de estudios universitarios para confinados del Recinto de Río Piedras de la UPR tomarán un curso de bachillerato bajo mejoramiento profesional a tenor con la Certificación 26, 2018-2019, del Senado Académico, durante este primer semestre del año académico 2023-2024. Este curso no es un prerrequisito ni tampoco es conducente a grado, toda vez que los participantes son egresados del bachillerato en Estudios Generales, y ya ostentan ese grado. Durante este primer semestre, los participantes tendrán la opción de solicitar estudios graduados en el Recinto, sujeto a que se logre un acuerdo entre el Departamento de Corrección y Rehabilitación y el Recinto de Río Piedras para viabilizarlo.
La génesis de este proyecto se remonta a la última década del siglo pasado, gracias a la visión e iniciativa del fenecido maestro, historiador y padre jesuita Fernando Picó para crear un programa de estudios que permitiera realmente la rehabilitación de quienes en algún momento de sus vidas —hace ya algún tiempo— escucharon de parte de un juez una sentencia que los separaba de manera casi irrevocable de la sociedad.
Esa intención se concretó en el año 2014 a través de un acuerdo entre la UPRRP y el Departamento de Corrección, con la doctora Edna Benítez como dínamo principal, luego del deceso del doctor Picó en junio de 2017.
“Recuerdo cuando el profesor Picó y la profesora Benítez me entrevistaron, como parte del proceso de admisión cuando yo ya llevaba cuatro años en la cárcel”, explicó Reyes Chalas. “En ese momento, yo no entendía la cárcel y honestamente todavía no la entiendo. A veces me levanto y les digo a los muchachos, ‘miren pa fuera, que lindo y aquí adentro solo cemento y rejas por todos lados’. Por suerte ahora nos movieron a un lugar donde hay cotorras por las mañanas y tenemos algún contacto con la naturaleza y uno dice, ‘mano, aquí uno hasta gente se siente’, pero sigue siendo cárcel y eso lo tenemos claro. E insisto: preguntémonos si las cárceles le hacen algo bueno a cualquier país, especialmente a éste, que aunque no nací aquí, lo amo y lo quiero, o si es la educación donde está la solución”.
Reyes Chalas añadió: “siempre que vengo aquí (al recinto), no quiero volver allá (a la prisión)”, porque aquí la gente nos quiere, los estudiantes, los profesores… saben que somos los presos pero no pasa nada… aquí, en la universidad, nos sentimos seres humanos, aquí sentimos que algo valemos”.
En esta nueva etapa del proyecto, los confinados —y uso el masculino con valor inclusivo, tanto para ellos como para ellas— toman este curso de un semestre para su mejoramiento profesional en el tema de la gestión cultural con doble codificación entre las facultades riopedrenses de Estudios Generales y de Humanidades, como antesala de su ingreso a la mencionada maestría en Gestión y Administración Cultural.
“Este es un día histórico tanto para los confinados como para el Departamento de Corrección y Rehabilitación. Estas tres mujeres y diez varones culminaron satisfactoriamente su bachillerato en esta universidad. Hoy cumplimos nuestra promesa a los confinados y vemos realizado su sueño de estudiar de forma presencial y dar el primer paso con este curso presencial”, destacó la secretaria del DCR, Ana Escobar Pabón.
“La Facultad de Humanidades, particularmente el Dr. Pedro Reina y su decana, Agnes Bosch —añadió— han hecho el compromiso de considerar al grupo de estudiantes confinados entre los candidatos elegibles para recibir apoyo económico gracias a la subvención recibida por la Mellon Foundation. Estamos muy agradecidos de la administración universitaria, en especial de la rectora, la Facultad de Humanidades, la Dra. Edna Benítez, el Dr. Pedro Reina y tantas otras personas que han dado continuidad a la obra del fallecido Dr. Fernando Picó, quien fue el gestor de la educación universitaria para confinados”.
Por su parte, la doctora Angélica Varela Llavona —rectora de la UPRRP y quien estuvo representada en la actividad por el Dr. Héctor Aponte Alequín— aseveró que “el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico tiene un compromiso firme e indubitado con el programa de estudios universitarios para personas confinadas”.
“Hoy inicia una nueva fase con este grupo de personas que tomarán un curso avanzado a nivel de bachillerato dirigido a su mejoramiento profesional en transición a su solicitud de estudios graduados”, agregó. “Es nuestro interés que cada año sean más las personas confinadas que encuentren en nuestro recinto esa oportunidad de crecimiento profesional por medio de la educación que les permita alcanzar su tan anhelada rehabilitación y la reinserción exitosa a la libre comunidad. En el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico siempre encontrarán nuestras puertas abiertas y manos amigas para guiarles en su camino”.
Respecto al hecho de que por primera vez confinados de custodia intermedia asistirán de manera presencial al recinto para tomar sus clases, la secretaria del DCR, explico que cada miembro de este grupo de estudiantes contará con un grillete electrónico y que además un equipo de oficiales correccionales los custodiará en los perímetros de la Facultad de Humanidades.
“Hay en todo esto un elemento fundamental de confianza mutua”, nos dijo la secretaria Escobar Pabón al finalizar la conferencia de prensa. “Ellos y ellas han creído en mí, en todas las promesas que hemos cumplido y en la Universidad. Yo confío en ellos y asumo la responsabilidad que ello implica”.