Los límites del libro: sobre exposición «El Otro Libro»

Cuando pensamos en un libro la imagen que nos llega a la mente es la de un objeto cuadrado. No importa cuán fantástica sea la historia que contenga, su figura siempre es rígida, recta, pronunciada e igual a todas las demás. La literatura, aunque siempre escapa de lo objetivo y se presta al juego de las interpretaciones, nunca logró ganarle la batalla a las fronteras marcadas por el principio y el final de una historia, atrapada entre la portada y la contraportada de un libro.

La exposición “El Otro Libro” propone liberar los límites que ya conocemos y da una nueva faceta estética a la literatura. Siendo el libro una de las maneras más antiguas de transmitir la cultura.

“El Otro Libro” combina elementos artesanales y experimentales para romper con la división de lo que puede ser expuesto en una galería y lo que no.

La iniciativa surgió de charlas entre un grupo de estudiantes de la maestría en Gestión Cultural de la Universidad de Puerto Rico (UPR), ahora el colectivo MAGAGIA, quienes desarrollaron la idea de presentar libros como objetos de arte y como piezas que han sobrevivido a los cambios en la sociedad, sobre todo en las tecnologías.

“Creemos fielmente en la belleza de unir diferentes ramas de conocimiento y de mentes interdisciplinarias. En esta exposición unimos la literatura, las artes plásticas, la historia y la música, todo en un mismo lugar a través de una muestra en una galería”, compartió con ÍNDICE Estela López Rosado, integrante de MAGAGIA e impulsadora del proyecto.

Más allá de las implicaciones estéticas que tiene la poesía y los géneros literarios que puedan ser filtrados por la mente de un artista plástico y puestos al desnudo frente a los ojos del mundo, con el evento se desea exponer nuevas maneras de mirar al arte mismo, y que se abra un espacio de discusión que permita el desarrollo del libro artístico.

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Luis Alcalá del Olmo / Para ÍNDICE

Se utilizaron materiales diversos para la confección de las piezas. Algunos libros fueron hechos con madera, otros con papel, cartón, con telas, con hojas de plátanos y una que otra propuesta que dará de qué hablar utilizando tejido disecado.

“Es también ver al libro como acompañante de la literatura que hay adentro. La literatura que guarda va viajando con el mismo libro, no es algo recto y consecutivo”, explicó López Rosado.

La exposición, en la que trabajaron 16 artistas, comenzará mañana a las 7:00 p.m. en la galería 209 del Departamento de Bellas Artes en el Recinto de Río Piedras y dará inicio con un acto de performance.